Amor de verano: ¿algo pasajero?
Última actualización: 6 Octubre 2017
La época estival es una de las mejores del año para tener un romance.
Los solteros españoles aprovechan que el calor altera las hormonas y, como no, la oportunidad de usar también las páginas y apps de ligoteo para gente joven como por ejemplo la de Plenty Of Fish, para encontrar a esa persona especial con la que disfrutar de la playa y el buen tiempo, pero ¿realmente los amores de verano van más allá y se consolidan a la larga como relaciones serias o por el contrario, son algo pasajero y caen en el olvido cuando llega septiembre?
El romance veraniego es algo pasajero
Un estudio reciente de Groopify, una de las webs más populares para conocer gente nueva, en el que han participado cerca de 250.000 usuarios de toda España y Latinoamérica, muestra que una gran mayoría solteros españoles y latinoamericanos aprovechan este tipo de plataformas de encuentros para aventuras pasajeras.
Un 60% de los encuestados reconoce que no busca algo serio y que después de un par de citas dan largas, frente a un 40% que confiesa que busca encontrar pareja estable o al menos una bonita amistad.
Éste comportamiento se acentúa entre los usuarios más jóvenes. Los solteros de entre 18 y 24 años son los que menos complicaciones buscan, además de ser los más directos a la hora de ligar.
¿Existen diferencias entre el tipo de pareja que buscan hombres y mujeres?
¡Absolutamente! Los resultados muestran que las chicas son más selectivas, independientemente de que lo que busquen sea tener una relación casual o una de larga duración.
El 80% de las participantes femeninas reveló que piensa con detenimiento antes de dar un “me gusta” o proponerle a un chico conocerse en persona.
En cambio, algo más de la mitad de los chicos encuestados confesaron que están más interesados en conocer multitud de mujeres en vez de conocer a unas pocas que puedan llegar a ser especiales. Para ellos la cantidad de citas prima sobre la calidad.
Visto lo visto, parece ser que el concepto de amor de verano para una gran parte de solteros españoles, especialmente los más jóvenes, se reduce a una aventura puntual que, pasado el bochorno de la temporada, queda en el olvido.